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Golpes que matan

El Paro Cardíaco de un jugador de élite durante un partido competitivo es un hecho desafortunado. La principal causa son las enfermedades cardiovasculares y para su detección es que se realizan los controles médicos pre competitivos.
Pero cuando el Paro Cardíaco ocurre las probabilidades de sobrevida dependen entre otros factores de la pronta actuación en las maniobras de reanimación. El caso del jugador danés Christian Eriksen son ejemplo de ello.

Pero, lamentablemente, también existe otro factor que puede conducir a un Paro Cardíaco súbito y poner especialmente en riesgo a los jugadores de ciertos deportes de impacto.
Este es el traumatismo cerrado de tórax. Es lo que le ocurrió al jugador de futbol Americano Damar Hamlin este lunes 2 de enero en que se disputaba el encuentro de la NFL en Cincinnati tras impactar contra su adversario.

El momento del impacto

El traumatismo cerrado de tórax (de considerable intensidad, no penetrante, y a veces hasta inocente) en contexto de un corazón estructuralmente sano, puede generar una entidad llamada: commotio cordis, caracterizada por una arritmia fatal llamada fibrilación ventricular, que desencadena el colapso de la persona por un paro cardiaco, y que en gran parte de los casos, ocasiona la muerte.
El hecho de que no genere lesión cardiaca distingue al commotio cordis de la contusión cardiaca, en la cual hay daño traumático del tejido miocárdico y de otras estructuras.

Los primeros casos

Los primeros casos reportados ocurrieron a principios del siglo XVIII, y ocurría en contexto de accidentes laborales, pero a partir del 1900 dejo de estar en el área de medicina forense para ubicarse en un contexto más clínico y de la sociedad en general, que ya empezó a reconocer la problemática.

Esta impactante y particular forma de paro cardiaco, no solo ocurre en deportistas (aunque un poco menos de la mitad de los casos ocurre en este grupo), sino también en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

No se conoce exactamente la incidencia real, pero según el “Registro nacional de commotio cordis” en Minneapolis, está entre las causas cardiovasculares más frecuentes de muerte súbita en los atletas jóvenes. Es más frecuente en varones y entre los 10 y 18 años (aunque no es exclusivo de ese rango etario). La mayoría de los episodios ocurren en deportes competitivos y más precisamente de contacto.

Según el “Registro nacional de commotio cordis” de Minneapolis, la supervivencia en décadas previas era de aproximadamente 25% de los casos, y esto tenía que ver con la escasa capacidad de los transeúntes para apreciar esta entidad y para iniciar RÁPIDO las medidas de RESUCITACION CARDIOPULMONAR.
En el último tiempo esta tasa de supervivencia aumento a 35%, y esto se debió a la mayor conciencia pública, mayor capacitación de los transeúntes en medidas básicas de resucitación (BLS), en la disponibilidad de desfibriladores automáticos en la vía pública (DEA), y a la activación temprana de la cadena de supervivencia.

Cómo se produce

El mecanismo es un evento arrítmico primario llamado fibrilación ventricular o taquicardia ventricular, que debe ser tratado con la pronta desfibrilación cardiaca. El “golpe mecánico” deriva en una excitación de las células cardiacas y con ello se genera la arritmia antes mencionada.

La ubicación del golpe debe ser ejercido directamente sobre el corazón, y la intensidad depende de varios factores, entre los más importante esta la contextura física (pared torácica delgada, escasa estructura muscular, etc).

Tratamiento

En cuanto al tratamiento, la única posibilidad de sobrevida es si se aplica desfibrilación eléctrica del corazón, ya sea con los desfibriladores automáticos externos DEA (es lo ideal por la rapidez con que se puede actuar) o con los desfibriladores de los equipos de urgencia. La aplicación de reanimación básica por los transeúntes (hasta la llegada del DEA) es clave en el éxito final, de ahí la importancia que la población general esté preparada para estos hechos.

Conclusión

El commotio cordis es una entidad provocada por un golpe directo sobre el corazón que desencadena una arritmia fatal y que solo puede ser revertida con la desfibrilación eléctrica. Es más frecuente en los jóvenes y en deportes de contacto.
La aplicación correcta de medidas de resucitación es de crucial importancia para mantener el cerebro con vida hasta que el equipo de desfibrilación llega a la escena.

Comprender este cuadro nos permite poder enfatizar con las medidas de prevención y de rápida respuesta para la resolución exitosa del mismo.
Bregamos para que habiendo sido exitosamente revertido el Paro Cardíaco, ahora, Damar Hamlin logre superar las serias complicaciones por las cuales transita a escasas horas del lamentable suceso.

Marcelo Jorge Elias
Médico Cardiólogo. MN 91082.
Vice presidente de FUPREMUS.

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